Los combustibles de la petrolera mixta de mayoría estatal YPF aumentará entre un 6% y un 7% a partir del martes, en lo que constituirá el quinto incremento de precios por parte de la compañía en lo que va del año. La suba había sido anticipada la semana pasada por el CEO de la empresa, Sergio Affronti, quien justificó el ajuste por razones de adecuar la rentabilidad, en un sector afectado en 2020 por la caída de la actividad económica y la baja de consumo en medio de la pandemia de coronavirus. El aumento no será el último, ya que el propio Affronti señaló que en los próximos tres meses los precios de la nafta y el gasoil tendrán una suba del 18%. Las modificaciones en los precios de venta de los combustibles por parte de YPF suelen ser seguidos de inmediato por cambios similares en el resto de las compañías del sector, ya que la petrolera fundada en 1922 posee más de la mitad del mercado en la Argentina. Por otra parte, el precio de los combustibles tiene un impacto en la inflación, tanto en forma directa (con un aporte del 3,78% al 5,12% en el Índice de Precios al Consumidor, según la región) como indirecta, si se tiene en cuenta que la mayor parte de los bienes consumidos en el país se transportan por medio de camiones. La política de precios de YPF tuvo marchas y contramarchas a lo largo del año pasado, cuando en enero el entonces presidente de la compañía, Guillermo Nielsen, anunció la necesidad de un incremento que luego fue rechazado en Casa de Gobierno, más allá de que la compañía es una sociedad anónima que se rige por las reglas del mercado. Pablo González, sucesor de Nielsen, dejó en claro que si no se aumentaban los valores de venta se resentirían las operaciones de exploración, con la consecuente caída de la producción y aumento de las importaciones.