(Por Daniel Spadone, abogado) No pida disculpas por lo que dijo, sino por lo que hizo Señor Presidente, son los hechos no las las palabras las que nos duelen a los Argentinos. Son las devaluaciones sucesivas que convirtieron en papel pintado a nuestra moneda. En un dia el de 100 vale 70 por ejemplo. Gobernar para los mercados, los amigos, los socios y familiares blanqueándolos Duelen los pobres que acumula y los deja fuera del sistema toda vez que no se hace cargo de domar la inflación. Duele su soberbia de chico caprichoso rectificando el rumbo cuando la oposición le advertía que las pymes cerraban, la gente no llega a fin de mes y que la carga impositiva y las tasas de interés detonan al sistema productivo. Duele la deuda que nos deja: social y económica. Duelen los jubilados. Duele que tanto Ud. como la Gobernadora Vidal nos hayan tratado como Homeros Sipmson diciendo que JUNTOS PODEMOS TODO. La heladera les pego en la cara, en el pecho y en donde más les dolió: en las urnas. Sabemos los argentinos que la corrupción nos asquea y que los jueces deben hacerse cargo y también (aunque nos subestimen) que el manejo de la economía es su propia responsabilidad. Hoy reconoció que sabía que la gente no llegaba a fin de mes, pero así y todo seguía en tu terquedad. Cinismo puro. Después de todo no esperaba otra cosa, la pobreza la ven solo por TV., hasta los timbreos eran truchos. Como dice el refrán popular: nadie mezquina salmuera cuando es de otro lomo el tajo. Daniel Spadone.