A 10 días de las primarias presidenciales, y sobre el filo de la veda de publicación de encuestas, un nuevo sondeo nacional le da dos puntos de ventaja a Alberto Fernández sobre Mauricio Macri. El trabajo lo hizo la consultora Management & Fit (M&F) e incluye un relevamiento de 2.000 casos en todo el país.  El primer escenario que plantea M&F muestra a la fórmula del Frente de Todos con 40,2% frente a 38,3% de Juntos por el Cambio. Si se proyectan los indecisos (apenas 2,3%), la distancia se mantiene casi inalterable: 41,2% contra 38,2%, siempre con el binomio kirchnerista adelante. Este último trabajo de Management & Fit, que se presenta con un margen de error de +/- 2,2% mantiene la pequeña brecha a favor del kirchnerismo que había mostrado en su medición anterior, semanas atrás. Y confirma la profundización de la polarización: entre los dos principales postulantes se estarían llevando casi 80 puntos. El resto de los candidatos, para M&F, sigue peleando muy lejos: Roberto Lavagna apenas pasa los dos dígitos (10,8% proyectando indecisos); José Luis Espert y Nicolás del Caño aparecen peleando el cuarto lugar (con el economista arriba, 3,6% a 2%). La encuesta de Management & Fit se suma así al último lote de sondeos nacionales que podrían hacerse públicos antes de las PASO del 11 de agosto. Desde este sábado rige la veda para la difusión de mediciones de intención de voto, límite que corre hasta la noche del mismo domingo de la votación.  Este jueves, cerca del mediodía, el diario Clarín había adelantado otros tres estudios que replicaban una tendencia similar: el kirchnerismo se mantenía arriba, con distancias de 1,7 a 4,9 puntos. Pero durante la jornada, fueron apareciendo nuevos sondeos: incluso uno de una consultora brasileña (Ideai Big Data), que mide para la agencia internacional Bloomberg, vinculada al mundo financiero, y que lo ubica al Presidente arriba por tres puntos (40 a 37). Por estas diferencias, los analistas anticipan una pelea con final abierto y voto a voto hasta el mismo domingo. Hay otra coincidencia: si se concreta la polarización en las PASO (no se da una elección tan disputada entre dos candidatos desde 1999), es posible que haya un ganador en primera vuelta. Se cree que cualquiera de los dos favoritos (Macri o Fernández) podría llegar a los 45 puntos que prevé la Constitución para consagrar a un ganador sin revancha. ¿Y si hay balotaje? La mayoría de los estudios lo ubica al Presidente con apenas mejores chances. Según los datos de M&F, por ejemplo, hoy tendría una ventaja de 45,4% contra 43,7%, con el resto repartido entre blancos, indecisos o nulos. Este pequeño vuelco hacia el oficialismo se explicaría porque los votantes de los otros candidatos (sobre todo los de Lavagna y Espert), por descarte se inclinaría en su mayoría por la fórmula oficialista. Otro punto que genera interrogantes es cómo terminará incidiendo en la pelea nacional la estratégica elección en la provincia de Buenos Aires. El sondeo de M&F exhibe un escenario bien partido: cuando se consulta por los binomios para gobernador, Axel Kicillof aventaja a María Eugenia Vidal por 1,4 punto (44% a 42,6%); pero cuando la pregunta se amplía a la boleta completa, con los presidenciales incluidos, la distancia a favor de los K se amplia a seis puntos (45% a 39%). De ahí se explica la campaña del Gobierno para pegar la figura de Vidal a la de Macri y provocar un arrastre hacia arriba.  Oficialismo y oposición también están pendientes de otro ítem clave: el presentismo. Se especula con que a mayor participación, mejores chances tendrá el Gobierno. Básicamente porque un presentismo más alto estaría asociado a que habrían ido a votar muchos de los que pasan los 70 años, un grupo afín al oficialismo pero con asistencia optativa. Las principales figuras de Juntos por el Cambio arrancaron hace días una campaña para fomentar la participación. En cuanto al resultado, si bien por supuesto que el primer filtro será saber quién ganó las PASO, luego habrá un mirada más fina sobre las diferencias. En el círculo rojo, incluidos los mercados financieros, desde hace varias semanas se instaló una máxima de tres variantes: si los Fernández ganan por más de 6 ó 7 puntos, será imposible de revertir para el Gobierno y esto podría traer turbulencias financieras; si la distancia para los K ronda los 4 ó 5 puntos, la pelea seguirá abierta; y si gana Macri, hay empate o incluso una diferencia para el Frente de Todos de apenas 1 ó 2 puntos, el Presidente se encaminará a una reelección y los mercados lo acompañarían con calma.