El dolor invade por estas horas a la Ciudad de Junín. Aquella localidad ubicada a 90 kilómetros de Salto llora la pérdida de Inés, la beba internada en un sanatorio privado de Buenos Aires por presentar un cuadro de meningitis, y por la cual miles de vecinos se unieron en un solo pedido, su recuperación. Sofía Di Cicco Bernasconi, la madre de la pequeña había recurrido a las redes sociales para solicitarle a la comunidad, sean de la religión que sean, que oren y pidan por la pronta recuperación de Inés. Di Cicco había informado que la beba “quedó internada por una bacteria llamada haemophilus influenze, la cual forma parte de la quíntuple que recibió correctamente a los dos meses de vida.  Esta bacteria es lo que generó la meningitis”. En ese sentido, la madre había asegurado que en las últimas horas “el cuadro se complicó aún más cuando a causa de la presión de la meninges en el cerebro, éstas causaron varias convulsiones afectándola neurológicamente y generando un cuadro de sepsis, hecho que produjo que se le conectara  a un respirador”. Finalmente, nada se pudo hacer. La reciente vida de Inés se apagó y Junín se une ahora en el dolor, el dolor por no haber podido hecho más de lo que hicieron: pedir, orar y esperar que un milagro sucediera.  Los vecinos de Junín lloran por la muerte de esa pequeña por la que hasta esta tarde oraban.