Un escándalo se vive por estas horas en la localidad mendocina de General Alvear, donde empleados y funcionarios municipales festejaron un cumpleaños en una de las dependencias oficiales, sin cumplir ninguna de las medidas de prevención dispuestas por el gobierno provincial: superan holgadamente el límite permitido de 10 personas, no usaron tapabocas y, por las imágenes que trascendieron, no hubo distancia social entre ellos. Marisa Gambarelli, trabajadora en el Taller de Discapacidad que se dicta en el polideportivo municipal, cumplió años el martes y sus compañeros decidieron sorprenderla con una torta en el comienzo de la jornada laboral. Emocionada, la agasajada cometió otro error y compartió en su perfil de Facebook imágenes del festejo. Casi de inmediato, la polémica se desató. “Gracias a mi Familia, Amigos, Compañeros de trabajo y todos los que me saludaron en este día!! Fue un Día muy Especial rodeada de las personas que Más quiero!!! Gracias!!!”, escribió la mujer. Torta, facturas, bebidas y una mesa larga en la que se observan 16 personas, a centímetros de distancia entre ellas, son algunos de los detalles que se observaron dentro del edificio municipal. Después de ver lo que se generó, Gambarelli borró esas imágenes pero ya era tarde. Todos en Alvear, incluso concejales opositores al intendente Walther Marcolini, se enteraron de lo ocurrido y elevaron formalmente una queja. Además de los empleados, del festejo participaron Pablo Reyes, secretario de Desarrollo Social, y Fernando Álvarez, director de Contingencias. El jefe municipal decidió iniciarle sumario administrativo a varios de los trabajadores que estuvieron en el cumpleaños, mientras que aún no resolvió qué hacer respecto a sus dos funcionarios. “El error es mío 100%, me hago cargo y asumo la responsabilidad total porque tendría que haber hecho que eso no pasara”, admitió Reyes al diario Los Andes de Mendoza. En ese sentido, el funcionario explicó que “no fue que se organizó una fiesta sino que se dio dentro de un ámbito de trabajo. Era la hora del desayuno y llevaron una torta para agasajar a una de las chicas que trabaja en el taller de Discapacidad. Eran compañeros de trabajo”, remarcó. Más allá de la explicación, el funcionario reconoció que “hubo un error y no debería haber ocurrido”. “Superamos la cantidad de personas permitidas y no estamos respetando el distanciamiento social”, dijo. “Quiero pedir disculpas por lo acontecido en el día de ayer”, dijo Álvarez en su perfil de Facebook. “Fue en el comienzo de una nueva jornada de trabajo un lugar donde, cada día, se elaboran tortitas para compartir en los merenderos donde se asisten a familias afectadas por la pandemia”. Al final de su publicación les dejó una recomendación a los vecinos: “debemos seguir cuidándonos y cuidando a nuestras familias”. A su turno, desde la Municipalidad también se refirieron al caso y en diálogo con el diario Uno dijeron: “Es el lugar donde se hace pan para los merenderos, como todos los días. Una de ellas cumplió años y le llevaron una torta. Como en cualquier trabajo. Está el error del distanciamiento obviamente. Pero no es una fiesta de cumpleaños, no hay bebidas, ni nada de eso; es un break en medio de la labor de asistencia diaria. (...) Claro que no cumplen con el distanciamiento social. Y por eso se arrepienten y se ponen a disposición de lo que corresponda”, dijeron. Además de pedir explicaciones al intendente y la renuncia de los involucrados, los concejales opositores se presentaron en la fiscalía de Instrucción para radicar la denuncia. “En los momentos actuales en que vivimos, la dirigencia política debe dar el ejemplo a la sociedad, algo que dista mucho de lo observado en las distintas fotos exhibidas”, dice parte del escrito que enviaron los concejales Hebe Lidia Katzer, Ariel Andrés, Myrna Osorio y Javier García al intendente. “Le informamos que tomaremos todas las medidas que correspondan, solicitándole a Ud, la misma acción, en el marco de todos los protocolos dispuestos”, finalizaron.