Los principales ministros del gobierno nacional están reunidos, en la Casa Rosada, con los expertos médicos, que asesoraron al presidente Alberto Fernández durante toda la pandemia, para analizar la situación del escenario epidemiológico, cada día más complicado debido al fuerte aumento de casos de coronavirus y la ocupación de camas de terapia intensiva. El encuentro es encabezado por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la ministra de Salud, Carla Vizzoti, y se lleva a cabo en el Salón Norte. Además, están presentes la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, y los ministros del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, y de Defensa, Agustín Rossi. También la asesora presidencial Cecilia Nicolini y la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, en el inicio de una semana de definiciones, ya que el próximo viernes vence el DNU que restringió la circulación en el AMBA y suspendió todas las actividades sociales, religiosas, deportivas y culturales en ámbitos cerrados. En el último encuentro el grupo de especialistas le recomendó al Gobierno cerrar todas esas actividades para intentar frenar la velocidad de los contagios. Alberto Fernández aceptó el consejo y aplicó el paquete de restricciones que está vigente hasta el día de hoy. En la Casa Rosada escucharán con atención la recomendación médica y seguirán con las negociaciones internas para resolver qué restricciones aplicar antes del viernes. Por estas horas el Gobierno debate la posibilidad de aplicar restricciones más duras a la circulación debido al deterioro del sistema sanitario. En el AMBA la ocupación de camas de terapia intensiva ronda el 80% y el temor a un colapso traspasó las puertas de Balcarce 50. Alberto Fernández monitorea la situación sanitaria al detalle y en permanente contacto con los dos ministros que hoy encabezarán la reunión con los expertos médicos. El gobierno de Axel Kicillof pidió llevar adelante “un cierre muy fuerte” durante 15 días para intentar achatar la curva de contagios. La advertencia bonaerense es la que más ha escuchado el Presidente en las últimas horas. El planteo estuvo a cargo del titular de la cartera sanitaria bonaerense, Daniel Gollán, quien aseguró que “desde el punto de vista sanitario y epidemiológico, que debe ser el que prime ahora sobre la dimensión política, social y económica, necesitamos una medida drástica”. El último viernes Axel Kicillof y el viceministro de Salud de su gestión, Nicolás Kreplak, se reunieron con el Presidente para detallarle el estado de situación en toda la provincia. Le plantearon la necesidad de incorporar camas nuevas de terapia intensiva y le anticiparon que, al ritmo de ocupación que se está dando en el AMBA, el sistema sanitario corre riesgo de colapso. El gobierno porteño reconoció en las últimas horas que si los casos no descienden, entonces habrá que tomar nuevas medidas que restrinjan la circulación. Lo aseguraron el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, y el ministro de Salud, Fernán Quirós. Ambos prepararon el terreno para un conjunto de medidas que parece ser inevitable y que la gestión porteña resistió en las últimas semanas. El gobierno de Rodríguez Larreta amaneció este lunes con una cifra preocupante. La ocupación de camas de terapia intensiva subió al 83,5%. Un número que encendió las alarmas en Uspallata y que obligó a los principales funcionarios a plantear la posibilidad de avanzar con nuevas medidas restrictivas durante esta semana. En la Casa Rosada y en el gobierno porteño sostienen que las decisiones que hay que tomarlas luego de evaluar el impacto de las últimas medidas restrictivas. Para eso proponen esperar los datos epidemiológicos del martes y miércoles. Si los contagios no se desaceleraron a un ritmo que le dé aire al sistema de salud, entonces tendrán que restringir más la circulación. Fernández debe definir esta semana cómo va a continuar la gestión de la segunda ola de coronavirus. Días atrás el Ministerio de Salud informó que se registraron 29.472 casos de coronavirus en 24 horas. El Presidente sabe que ese ritmo de contagios es imposible de mantener con las restricciones que están vigentes. Kicillof y su ministro se lo hicieron saber. La situación es extremadamente delicada. Según el relevamiento que hizo Infobae con las principales prepagas del país, una señal de la saturación del sistema sanitario se ve en las demoras para conseguir camas de terapia intensiva. La camas para pacientes críticos empiezan a escasear en el AMBA y la situación se tornó crítica en las últimas horas. En la actualidad se puede demorar hasta 10 horas en conseguir una cama en la Unidad de Terapia Intensiva. El gobierno bonaerense trabaja con un sistema de derivación que empieza a estar forzado debido a que todos los días ingresan más pacientes que los que salen. En promedio se ocupan 40 camas de terapia por día. En ese contexto se llevará a cabo la reunión en la tarde de hoy. El gobierno nacional quiere evaluar junto a los expertos médicos cuál es el mejor camino a tomar. Ya no se trata de poner en juego el capital político, sino de evitar las imágenes que expongan el colapso sanitario.