Para los barrios cercanos que sufren en forma directa la contaminación ambiental, la planta de residuos es una pesadilla que aún mantiene lejos un final positivo para la comunidad en general. El sábado 6 de marzo las llamas volvieron a encenderse, y si bien el fuego fue controlado por los Bomberos Voluntarios de Salto, el humo y el mal olor aún persisten.  La problemática sumó un nuevo capítulo el fin de semana pasado cuando toneladas de basura volvieron a arder. Carolina Fiorito, directora de Medioambiente, adujo que el incendio habría sido intencional, aunque se continúa investigando.  En el mes de enero, más precisamente el 6, otro incendio se registraba en el predio de la planta, y nuevamente se aseguraba de manera oficial ante la prensa que el fuego había sido iniciado de manera intencional. Sin embargo, habiendo pasado ya dos meses, no hay responsables. La situación de frecuentes incendios perjudica en dos consecuencias: Por un lado al provocarse incendios intencionales de los residuos existentes, se vuelca sobre los canales de tránsito vehicular una cierta cantidad de humo que hace imposible la visibilidad y por consiguiente resulta sumamente peligroso. En segundo término, al encontrarse el basural muy próximo al casco urbano y cercano a dos populares barrios, los vecinos deben convivir con los malos olores que emana la basura, sobre todo en días de altas temperaturas.