*Por Jonathan Rivera (@Joona_Rivera)  Eran las 14:00 horas del viernes 29 de junio de 2018. Un hombre llegaba corriendo a la Comisaría local para pedir auxilio. La obra en construcción en la que se hallaba trabajando - a tres cuadras de la seccional policial - se había derrumbado y dos de sus compañeros habían quedado atrapados entre los escombros. En menos de 10 minutos, un impresionante operativo que incluyó Bomberos, Policía, personal del salud del Hospital "Pte. Juan Domingo Perón" y agentes de la Dirección de Tránsito, se montó en las inmediaciones de la calle 25 de Mayo y Lavalle, en el centro de Salto.  La Policía comenzaba a cercar la zona para mantener a los curiosos alejados de la escena, mientras al lugar llegaban los periodistas locales para reflejar lo que allí sucedida. Los bomberos, por su parte, comenzaban una ardua tarea: la de rescatar a los operarios - dos hombres de nacionalidad paraguaya -; se trataba de Derli Acuña, que en aquel entonces tenía 30 años, y su compañero Juan Giménez.      No fue tarea fácil: los servidores públicos debieron remover toneladas de escombros de la pared que había cedido. Y lo que más dificultó las tareas de rescate fue que tras ceder la pared, los obreros cayeron a una especie de pozo, a unos cuantos metros de profundidad. Sin embargo, más allá de las dificultades que iban apareciendo, sumado el cansancio, los bomberos - sin bajar los brazos ni el esfuerzo -, continuaron hasta que poco después de las 17 se hizo el milagro: rescataron al primer obrero. Estaba consciente, pero agotado. Así fue trasladado en ambulancia al Hospital local. Más tarde, cerca de las 20, otra vez la alegría. Nuestros bomberos rescataban con vida al segundo y último trabajador atrapado. También fue subido a una ambulancia y derivado al nosocomio.  Tras más de 5 horas, finalizaba uno de los rescates más extraordinarios visto en Salto. Vimos a nuestras fuerzas de seguridad, a nuestros bomberos, a nuestro personal de salud a la altura de las circunstancias, con una capacidad y preparación dignas de destacar.  En sus rostros se podía ver el cansancio, en sus ojos lágrimas de emoción. Claro, no fue para menos. En sus manos estuvieron la vida de dos personas que hoy y siempee agradecerán haber renacido. Todos los rescatistas pudieron irse a dormir con el sabor de la "vida".  ¿Qué pasó con los obreros? Días después del derrumbe, Derli Acuña había sido derivado desde Salto al Sanatorio Fitz Roy, situado sobre calle Acevedo al 865, en el barrio porteño de Villa Crespo. El operario presentaba lesiones en el abdomen, en la cadera, rodilla, femur y pelvis.  El segundo operario, Juan Giménez, permaneció internado en la clínica privada de Salto sin lesiones graves hasta que fue dado de alta.  Una visita en homenaje y agradecimiento Tiempo después, Derli Acuña, ya recuperado, se apersonó por sus propios medios al Cuartel de Bomberos Voluntarios de Salto. Allí vio a sus héroes sin capa. Sí, a los bomberos, a aquellos hombres y mujeres que dedicaron horas para poder rescatarlo. El momento fue emocionante para ambas partes. Y en aquella ocasión, la noticia de su visita al cuartel se viralizó y erizó la piel de todos aquellos que, a través de los medios de prensa, siguieron el histórico rescate. Hoy, a dos años de aquél episodio reafirmamos nuestro agradecimiento a todos los sistemas de emergencia de la Ciudad.... GRACIAS.