Sociedad

Se cumplen 10 años de la trágica muerte de la familia Pomar, el caso que estremeció al país

El auto de la familia había desaparecido el14 de noviembre de 2009 luego de que saliera de José Marmol con destino a Pergamino. Los encontraron 24 días después, el 8 de diciembre. El caso conmovió al país. 

  • 15/11/2019 • 00:34

(De la Redacción, por Salto Hoy) - El 14 de noviembre de 2009 los cuatro integrantes de la Familia Pomar eran vistos por última vez con vida. Habían salido a bordo de un Fiat Duna Weekend de color rojo desde su casa en José Mármol para dirigirse a Pergamino.

Fernando Pomar, que se encontraba desempleado, tenía una entrevista laboral como técnico químico en una importante empresa de biofertilizantes e insecticidas agrícolas. Ese sábado, los vecinos los vieron preparar el automóvil modelo '95. Era parte de una rutina habitual. Oriundos de la vecina ciudad de Pergamino, Fernando y Gabriela, su esposa de 35 años, solían ir a esa ciudad casi todos los domingos, donde sus padres y hermanos los esperaban para compartir almuerzos y tardes en familia. 

Antes de salir, las hijas del matrimonio, Candelaria (6) y Pilar (3) jugaron frente a la casa como siempre. Franco, el hijo del primer matrimonio de Gabriela, que por entonces tenía 13 años, ayudaba con los últimos ajustes antes de partir. El joven no viajó porque tenía que rendir un examen. Al automóvil subieron Fernando, Gabriela, las dos pequeñas y su caniche toy. Al día siguiente la familia de Fernando y Gabriela comenzó a preocuparse. Los Pomar no habían llegado a su destino y tampoco se habían comunicado por teléfono. Durante los veinticuatro días siguientes comenzó un calvario en el que se tejieron las más variadas hipótesis acerca de su paradero, y que terminó de una forma tan trágica como inesperada.

Cristina Robert, madre de Viagran sostiene que "pienso en mi hija y en mis nietas, y saco las cuentas de cuántos años tendrían hoy. Es tan fuerte. Ese dolor no se lo deseo a nadie. Fue una gran inoperancia". Y cuenta que suele apoyarse en su nieto, el único sobreviviente, que hoy tiene 23 años. "Él es lo más maravilloso que me dejó mi hija, lo amo con todo mi corazón. Es mi compañero. Lo único que tiene es consuelo para la abuela".

Cristina Robert, madre de Gabriela Viagrán visitó hoy el monolito que recuerda a la familia en la fatídica curva

LAS PRIMERAS CONJETURAS 

El 20 de noviembre de 2009, seis días después de la desaparición, aparecieron imágenes registradas por las cámaras de seguridad del peaje ubicado sobre la ruta 7, en cercanías de Luján. Ese registro mostraba a Fernando cuando pasaba con su auto sin nada que llamara la atención. Las fotos no mostraban anomalías, aunque ponían en duda la presencia de Gabriela y las dos nenas.

La imagen captada por las cámaras de seguridad del peaje

Durante los días siguientes, fuentes policiales informaban a los medios sobre llamados de personas que aseguraban haber visto a la familia en la zona norte de la Provincia. En medio de las versiones, un helicóptero y una avioneta sobrevolaban las rutas 7 y 8 y los caminos alternativos, sin resultados. También se intensificó la búsqueda en 25 de Mayo, San Carlos de Bolívar y la zona de Saladillo.

Por aquellos días, Cristina Robert aseguraba ante la prensa que "mi hija únicamente dopada o amordazada podría estar sin comunicarse con su hijo, que ama con todo su corazón de madre y quedó en Buenos Aires, porque tenía que rendir una materia".

El 24 de noviembre, se daba a conocer un segundo video en el que se veía a toda la familia. Era en la estación de cobre "El Rodeo", también en Luján. Tras la difusión de esas imágenes, comenzaron a surgirse hipótesis relacionadas al presunto hallazgo de un pantalón manchado con sangre y a un perro muerto que en principio se pensaba que era de los Pomar. También se llegó a hablar de que la familia podía haber estado en un camping de Senillosa, Neuquén, y que la señal de uno de sus celulares había sido captada en Chivilcoy, provincia de Buenos Aires.

LOS OJOS DE LA PRENSA PUESTOS EN FERNANDO POMAR

El 28 de noviembre, los investigadores rastrillaron un campo en la localidad bonaerense de Rancagua, a unos 15 kilómetros de la ciudad de Pergamino, después de un llamado anónimo que anunció que allí estaban sus cuerpos. Se trataba de una propiedad de Juan Manuel Pomar, padre de Fernando, que era una herencia familiar. Tras esa noticia, el foco mediático quedó instalado sobre el padre de las dos nenas.

Los medios nacionales, tales como Clarín o Crítica titulaban: "Caso Pomar: Stornelli dijo que ahora ‘se apunta a algo voluntario o familiar’",  "La clave está en Fernando Pomar". En este marco, los principales medios realizaron coberturas con enviados especiales que brindaban detalles sobre la intimidad de los cuatro desaparecidos. Las hipótesis iban desde que el padre podría haber asesinado a su familia con su pistola o que el hombre había escapado porque tenía "deudas". El misterio se acrecentó luego de que la encargada de un refugio de la Sociedad Protectora de Animales de Tres Arroyos asegurara que la familia les había dejado a su perro antes de partir.

El entonces ministro Carlos Stornelli, hablaba con los medios en la curva de la tragedia

Los investigadores, desconcertados, buscaban encauzar el caso. El primero de diciembre, la fiscal Karina Pollice informó que se mantenían tres hipótesis: "Sigue estando en pie y abierta la posibilidad de que se trate de una desaparición voluntaria, pero también la involuntaria, mientras que la tercera hipótesis refiere a un conflicto familiar y eso está en plena investigación", expresó.

UN HALLAZGO Y MÁS DUDAS QUE CERTEZAS

El 8 de diciembre, cerca de las 16.30, los Pomar eran encontrados muertos a un costado de la ruta provincial N° 31, a unos 10 kilómetros del acceso a Salto, en la denominada curva de "Plazibat" (hoy rebautizada curva Pomar".  "Hallaron muertos a los Pomar cerca de una ruta", titulaba La Nación, mientras que Crónica mostraba un contundente: "Todos muertos".

Poco después del macabro hallazgo, el 8 de diciembre de 2009

La policía se apuró a decir que los habían hallado tras una amplia búsqueda, pero los vecinos aseguraban que a los cuerpos los había encontrado un baqueano de la zona, "El que los encontré fui yo, ayudado por el jefe de la patrulla rural", aseveró ante cientos de medios periodísticos el entonces jefe distrital de Salto, Juan Carlos Ruiz, quien agregó que había ido al lugar seguido por "una corazonada", que allí sintió un olor nauseabundo y que se topó con los cuerpos.

Días más tarde, el dueño de un campo ubicado a 50 metros del lugar contó que el 8 de diciembre a las 15 había recibido el llamado de un primo para advertirle que alguien había encontrado el auto de los Pomar. Vecinos de campos cercanos especificaron que se trata de un cosechador de la zona que estaba escondido por miedo.

EL FIAT DE LOS POMAR Y UN LLAMADO AL 911 ALERTADO DE SU PRESENCIA

El 10 de diciembre, los forenses de la morgue judicial de Lomas de Zamora realizaron la autopsia a los cuerpos y confirmaron que las lesiones que presentaban se correspondían con las ocasionadas por un accidente de tránsito. Los análisis, realizados por la oficina de Ciencia Forense de ese departamento judicial indicaban que Fernando murió primero y que presentaba una fractura de cráneo en la zona temporal izquierda. Su mujer también tenía múltiples fracturas y tuvo un tiempo de sobrevida estimado de 1 a 10 horas.

El 11 de diciembre de 2009, el auditor general José Guerreo sumó más descontento al confirmar que 13 días después de la desaparición de los Pomar había habido un llamado al 911 que alertó sobre un accidente vial en la zona donde volcó el auto. El testigo que llamó al servicio de emergencias habló el 12 de diciembre con los medios. Se trataba de un hombre llamado Casimiro Frutos, quien recordó que vio el auto el 16 de noviembre "cuando viajaba hacia mi trabajo en Rojas, como siempre iba mirando el paisaje", contó.

"No sabría decirle dónde exactamente era, vi en un montecito un auto volcado con las cuatro ruedas para arriba y llegué a ver que era rojo", reconoció Frutos a los medios. "Me llamó un poco la atención porque era el color intacto", dijo sobre el Duna Weekend color rojo que transportaba a la familia.

Tras el escándalo, el Gobierno bonaerense (entonces a cargo de Daniel Scioli) dio a conocer la conformación una nueva cúpula de la policía provincial y un jefe de turno de la DDI de Pergamino fue desafectado. La nueva conducción policial contempló el retiro de cuatro superintendentes que tuvieron relación con la investigación del caso. El desplazamiento se concretó tras una inspección de la Auditoría de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad en la Jefatura Departamental y la DDI de Pergamino. Ruiz también fue separado de la fuerza.

10 AÑOS SIN JUSTICIA

"Pasaron 10 años y a mi me gustaría hablar con el muchacho que vio el auto en el colectivo. No me animo porque sé que me voy a largar a llorar. Me gustaría hablar con él y con el campesino. No sé dónde estará porque desapareció", detalla María Cristina Robert. "Hoy no hay nada que me calme. Fue una cosa muy manoseada. No se hizo justicia", afirma.

En noviembre 2017, ocho años más tarde, el juez correccional Carlos Picco, del departamento judicial Pergamino, condenó a dos policías por la "desidia" en la que incurrieron al haber falsificado actas del rastrillaje para localizar a la familia Pomar. La pena era de un año y dos meses de prisión en suspenso para el ex comisario Daniel Fabián Arruvito y a un año de prisión en suspenso para el ex teniente Luis Quiroga por el delito de "falsedad ideológica de instrumento público". Poco después, los condenados fueron absueltos.