Cerca de la medianoche lunes 8, en la puerta de la Comisaría de la vecina localidad de  Rojas comenzaron a reunirse vecinos embargados por la impotencia que generó en esa ciudad el femicidio de Úrsula Bahillo, perpetrado en la zona rural de Guido Spano a manos de su expareja, Matías Martínez, de 25 años, quien pertenecía a la policía bonaerense, pero que actualmente se hallaba bajo carpeta psiquiátrica.  Quien salió hablar con los vecinos fue la propia madre de la joven, Patricia Nassutti, en reclamo de justicia. “Hace meses habíamos denunciado el hostigamiento de esta persona hacia mi hija, hasta un fin de semana que fuimos a la Comisaria de la Mujer y nos mencionaron que no tomaban la denuncia porque era fin de semana”, reveló la mujer. Dirigiéndose a los vecinos, expresó: “les pido que se queden hasta que bajen todas las autoridades, para que haya justicia. Mi esposo rompió todo se lastimó, por eso estoy sola”. Tras la espera de las autoridades, los vecinos comenzaron a golpear las ventanas, provocando la reacción de la policía que intentó dispersar los ánimos tirando balas de gomas. Ante esto, hubo pedradas de los presentes en el lugar y la represión no tardó en llegar. Los uniformados se hicieron sentir con balas y gases lacrimógenos en plena calle Alem, en las puertas de la dependencia. Fuente: Rojas Ciudad