"El mundo está enfermo", dijo Alberto Fernández antes de anunciar la nueva etapa de la cuarentena en la Argentina. La crudeza tiene un por qué: el Presidente cedió -al menos en el discurso- a los reclamos por el desgaste psicológico y económico y, a partir de este lunes, la responsabilidad quedará plenamente en los habitantes del AMBA, la región del país con mayor número de contagios de coronavirus. “Está en nuestras manos cuidarnos, porque para muchos esto se ha convertido en un tiempo en que se sienten sin la libertad de acercarse a sus afectos, pero lamentablemente no tenemos más solución que decirles que el riesgo se potencia enormemente en estos casos”, advirtió Fernández luego de asegurar que "la cuarentena no existe más". El mandatario toma esta decisión la vacuna en el horizonte pero con la curva de casos y muertes en ascenso y al mismo tiempo que la pandemia "se federaliza": cada vez más son las zonas del país que comienzan a tener un número de contagios importante. "El problema ya no es el AMBA, el virus se ha diseminado en todo el país, por eso debemos potenciar todos los cuidados, y eso depende de ustedes y hemos resuelto que vamos a mantener el sistema que tenemos con algunas correcciones hasta el 30 de agosto", sostuvo el Presidente, al anunciar desde la residencia de Olivos la prórroga del aislamiento social, preventivo y obligatorio. Por ejemplo, Jujuy, gobernada por el opositor Gerardo Morales, es una de las más complicadas: un equipo de médicos debieron viajar desde Buenos Aires para colaborar con el sistema sanitario de la provincia norteña, al borde del colapso. En cambio, en la Ciudad habrá nuevas aperturas: se habilitarán deportes individuales al aire libre, podrán trabajar una larga lista de profesionales y los comerciantes de la zona de Once y de la avenida Avellaneda, podrían volver a funcionar a fin de mes. El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta ,eliminó el requisito del DNI para salir a hacer actividad física siempre en el horario de 18:00 a 10:00, una norma que ya no se cumplía. Del otro lado de la General Paz panorama es diferente: "Es extraño, parece que nos quieren llevar a una Argentina que se divide en dos mundos distintos: tenemos los hospitales abarrotados, con médicos luchando con la vida y la muerte y por otro lado tenemos comunicadores y algunos sectores políticos que dicen que la pandemia no existe", sostuvo el gobernador Axel Kicillof. En el caso de la Provincia, más complicada con el número de contagios, el mandatario bonaerese negociará con cada intendente las posibles aperturas. Las zonas en riesgo Según la información oficial, hay circulación comunitaria del virus en 13 provincias. "El virus está en todo el país y algunos lugares se han vuelto críticos", destacó el jefe de Estado que anunció que se volverá a una fase más restrictiva en las ciudades donde se detectó una mayor circulación del COVID-19 en las últimas semanas. Al respecto, sostuvo que en las "zonas rojas" se vuelve "a Fase 1 para controlar al máximo la circulación humana y el contacto entre la gente" y detalló que aquellos lugares donde no estén "afectados por esa disposición va a seguir el distanciamientos social" que, dijo, "es algo que siempre debemos cuidar".