Nora Etchenique, directora del Instituto de Hemoterapia de la provincia de Buenos Aires, murió en la mañana del viernes como consecuencia de un accidente de tránsito ocurrido en la autopista Buenos Aires-La Plata. La médica viajaba rumbo a su trabajo cuando el auto se despistó y golpeó contra una alcantarilla, lo que le provocó la muerte en forma instantánea. Fuentes del Ministerio de Salud bonaerense señalaron a Télam que el chofer que conducía el auto "se encuentra fuera de peligro". Etchenique era clave dentro de la estructura sanitaria provincial y estaba en la primera línea de batalla para contener al coronavirus. Era muy valorado su aporte en el tratamiento con plasma. Daniel Gollán, ministro de Salud bonaerense, dio la noticia a través de Twitter. "Desolación, pena infinita. Acaba de fallecer la Directora del Instituto de Hemoterapia de la PBA en un accidente. Murió luchando a destajo contra la pandemia. No sé qué decir. Nora Etchenique. Excelente funcionaria y compañera. Que en paz descanses querida amiga", publicó. Minutos más tarde la despidió Axel Kicillof. "Lamentamos el fallecimiento de Nora Etchenique, directora de Hemoterapia de la Provincia. Nuestras condolencias a su familia y seres queridos, y el agradecimiento por su incansable labor en la lucha contra la pandemia y su trabajo en el desarrollo del tratamiento con plasma", tuiteó el gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Clave en la pelea contra el coronavirus y sobreviviente de la última dictadura Nora Etchenique ocupó un rol clave en la estructura provincial desde el inicio de la pandemia y centró su trabajo en el desarrollo del tratamiento con plasma de pacientes recuperados. A fines de mayo concedió una nota a TN.com.ar donde ofreció detalles de su labor. La médica, además, era sobreviviente de la última dictadura militar. El 1 de abril de 1977 fue secuestrada junto a su padre, Horacio Etchenique -dirigente del Partido Comunista de la zona oeste del conurbano bonaerense- durante un operativo de la Aeronáutica. Nora fue trasladada a la “Mansión Seré”, el centro clandestino de detención que la última dictadura cívico-militar montó en Castelar, donde durante 15 días fue torturada y, finalmente, liberada.