* Por Jonathan Rivera Tras haber extendido la cuarentena por tres semanas más, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, sostuvo que aún no saben en el Gobierno si el coronavirus llegó a su pico en la Argentina o la propagación de casos puede ser aún mayor. “Eso va a depender mucho de nosotros”, puntualizó en una entrevista concedida a un canal televisivo capitalino.  El Jefe de Estado analizó: “Desde hace dos semanas, cuando ocurrió lo de la Villa 31, tenemos 900 contagios diarios, donde la mitad ocurre en la Ciudad y la otra mitad en el Gran Buenos Aires. No sé si estamos en el pico porque ahora hay cierto amesetamiento y puede ser que crezca un poco más. Lo que sí es verdad es que desde el 21 de mayo hasta hoy pasamos de 200 contagios diarios a 900”. En ese sentido, Fernández volció a defender el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio dictado desde el mes de marzo del corriente año, asegurando que si la Argentina no hubiera realizado el confinamiento obligatorio, no hubiera tenido el tiempo necesario para preparar hospitales y otros espacios que se utilizan para atender a los enfermos. “No es una enfermedad grata, no es una enfermedad fácil y no me gusta hablar de esto porque suena a autoelogios, pero gracias a la cuarentena que hicimos evitamos un sinfín de contagios y que el virus circule localmente en el 85% de la Argentina”, desarrolló. “Hay que entender que la capacidad de contagio que tiene el virus es impresionante y tenemos que ser conscientes de eso. La cuarentena sirvió para que no ocurriera lo que pasó en otros países: que los médicos elegían quién vivía y quién no. Acá todos están en condiciones de ser atendidos y tenemos los respiradores necesarios para atender el peor pico de la pandemia. Hasta el día de hoy, la ocupación de camas es muy baja. En la Ciudad de Buenos Aires, el lugar de mayor concentración del problema, solo el 30% de las camas están ocupadas. Estoy seguro de que si seguimos en este ritmo, todos van a tener la atención que corresponde, absolutamente todos", continuó. Sin teatros ni recitales “Vamos a tener que esperar un poco porque una infectóloga me decía que al virus le gusta la concentración de gente y el bullicio. Ahí es donde más problemas tenemos. Ahí tenemos que ser cuidadosos, muy responsables. Por eso, inclusive en los lugares donde desapareció el aislamiento y permitimos el tránsito de la gente, pedimos que se reúnan en espacios amplios y no más de 10 personas. El baby shower demuestra el riesgo. Para eso, todavía falta tiempo”.