Por unanimidad , La Corte Suprema rechazó hoy el pedido de la vicepresidenta Cristina Kirchner para que el máximo tribunal de justicia se pronunciara sobre la validez de eventuales sesiones por videoconferencia del Senado en el marco del avance del coronavirus en el país. Los cinco jueces votaron por desestimar el planteo. La mayoría sostuvo que no correspondía que la Corte interviniera porque no hay un "caso" a resolver y dijo, además, que el Senado tiene las facultades necesarias para decidir cómo sesiona. El quinto, Carlos Rosenkrantz, presidente del tribunal, entendió en cambio que directamente debía rechazarse el pedido de Cristina Kirchner "in límine" (sin darle trámite) y no hizo otras consideraciones. La opinión mayoritaria, compartida por Elena Highton, Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti es que le corresponde al Senado, y no a la Justicia, interpretar su propio reglamento y decidir si puede o no sesionar en forma remota. "El Congreso, como los otros poderes del Estado, tiene autonomía para regular su modo de funcionamiento de acuerdo al artículo 66 de la Constitución Nacional, y como ya lo ha dicho esta Corte, 'no constituye cuestión justiciable lo atinente al procedimiento adoptado por el Poder Legislativo para la formación y sanción de las leyes", sostuvieron Highton, Lorenzetti y Maqueda. Rosatti hizo un voto propio. A pesar del rechazo unánime, esta noche, tan pronto conocieron lo resuelto, en el Gobierno dijeron que estaban conformes con la decisión de la Corte. "Es un fallo importante para nosotros. Reconoce lo que planteamos", dijo un hombre de máxima confianza de Alberto Fernández. Lo que celebraba era que el fallo dijera que la decisión final está en manos del Senado. En el entorno del Presidente quisieron dar por terminado el tema. El voto de Highton, Lorenzetti y Maqueda "resuelve" -y no solo lo incluye entre sus consideraciones- "que el Senado de la Nación tiene todas las atribuciones constitucionales para interpretar su propio reglamento en cuanto a la manera virtual o remota de sesionar, sin recurrir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación". El viaje del fallo Si bien la Corte autorizó los acuerdos "por medios virtuales o remotos", los ministros no se reunieron para discutir el planteo de la vicepresidenta, ni en persona ni vía teleconferencia (la Corte nunca hizo un acuerdo virtual). Hubo cruces de mensajes y mails, pero cada uno trabajó el expediente por su cuenta. Rosatti firmó su voto en la ciudad de Santa Fe y Lorenzetti, en Rafaela. Hoy los papeles viajaron en un auto al Palacio de Justicia, donde se protocolizó el fallo. Los ministros quisieron que contara con la firma de puño y letra de cada uno de ellos. En el mismo sentido que decidió la Corte (por el rechazo del pedido) se había pronunciado el martes el procurador general, Eduardo Casal , que dictaminó que el tribunal no debía tomar el asunto porque era un planteo "meramente consultivo" y porque una intervención de la Justicia como la que pretendía la vicepresidenta "importaría indefectiblemente" -dijo Casal- "una intromisión en las atribuciones propias del Senado de la Nación". El miércoles, después de ese dictamen, Cristina Kirchner publicó un tuit en el que sostuvo que cuando la Corte quiere tratar y resolver un asunto, lo hace "independientemente de cualquier legislación y jurisprudencia". Remitió a un hilo que había publicado horas antes Graciana Peñafort, la directora de Asuntos Jurídicos del Senado, que patrocinó a la vicepresidenta en su presentación.